Catalina Hierro: "Premios como este dejan claro que los jóvenes tenemos inquietudes y mucho que ofrecer a la sociedad"

La Fundación Mutualidad Abogacía, organización sin ánimo de lucro de Grupo Mutualidad de la Abogacía, entregó el Premio de Excelencia de la Cátedra Fundación Mutualidad Abogacía a Catalina Hierro, alumna del Máster de Acceso a la abogacía de la Universidad Carlos III de Madrid, por su trabajo «La protección de los derechos fundamentales en el Siglo XXI: el abogado y la inteligencia artificial».
¿Qué ha supuesto para ti recibir este premio de excelencia?
Un orgullo y una sorpresa enorme, desde luego. Vengo de una familia donde hay muchos abogados, así que han sabido apreciar lo que significa ganar un premio como este. Y me ha felicitado gente a la que admiro muchísimo aún no me lo creo, la verdad.
¿Por qué has escogido los derechos fundamentales para realizar el trabajo?
La abogacía está en una posición de privilegio para proteger los derechos humanos, los derechos fundamentales. Un buen asesoramiento o un pleito ganado le pueden cambiar la vida a alguien, y pueden variar la opinión que tiene la sociedad sobre determinadas materias sensibles.
El objetivo del trabajo era tratar una cuestión práctica del ejercicio de la abogacía, y quise llamar la atención sobre la idea de que la protección de los derechos fundamentales es algo que concierne a todos los abogados, con independencia de la rama del derecho que ejerzan.
¿Qué tiene de especial la relación entre el mundo de la abogacía y la inteligencia artificial?
Cuando pienso en leyes, en códigos, en abogados… siento que hay un cierto halo conservador, casi solemne, sobre todo ello. La inteligencia artificial, por su parte, no puede ser más novedosa, más disruptiva. Es un bonito contraste.
Además, aunque la inteligencia artificial vaya a ayudar a muchas profesiones, en el caso de la abogacía puede actuar tanto en su favor como en su contra: nos facilitará el día a día, pero también nos planteará muchos retos, especialmente en lo que respecta a la protección de los derechos fundamentales.
¿Qué ventajas crees que puede tener la inteligencia artificial en el derecho?
Muchísimas. Por una parte, e igual que ocurrió cuando se pasó del libro físico de consulta jurisprudencial a las bases de datos digitales, la inteligencia artificial hará que se ahorre tiempo en tareas que ahora consumen muchas horas. Por otra, permitirá acceder a más información para así dar un mejor asesoramiento al cliente. Finalmente, en su versión más desarrollada ayudará a diseñar estrategias de un modo que ahora mismo seguramente nos cuesta imaginar.
¿Qué partes de la investigación te ha costado más desarrollar?
Curiosamente, lo que me ha parecido más difícil ha sido definir qué son los derechos fundamentales y cuáles son exactamente. No es una cuestión pacífica y hay opiniones muy variadas.
El premio incluía una dotación económica de 10.000 euros, ¿tienes pensado en qué vas a invertirlos?
Me gustaría estudiar un máster sobre derechos humanos en el futuro. Todavía es pronto, pero ya estoy ahorrando.
¿Crees que son necesarios estos premios para apoyar y reconocer el trabajo de los jóvenes?
Sin duda. Creo que nos dan mucha visibilidad y sirven para demostrar las ganas que tenemos de aprender, de esforzarnos y de conseguir que el mundo no sea el mismo que era antes de que nosotros pasáramos por aquí. Premios como este dejan claro que tenemos inquietudes y mucho que ofrecer a la sociedad.
¿Hacia dónde tienes pensado encaminar tu vida profesional tras este premio?
Quiero ser una abogada que trabaje en el área de ‘Derechos Humanos y Empresa’. Es aún una práctica incipiente, especialmente en España, pero espero que en los próximos años y con el desarrollo de la normativa europea, esté cada vez más presente en los despachos de abogados.
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